El Caldero de la Bruja

En este caldero echaré un poco de fantasía, un poco de ci-fi, y un mucho de todo aquéllo que me gusta.

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2.1.07

Historia de Japón III

Edad Media
Sin embargo, el militarismo de las regiones al norte del Yamato, en permanente guerra con los ainos del norte del archipiélago, desató una violenta guerra civil el año 1156. Siguieron una seguidilla de guerras que trajeron consigo gran inestabilidad, y en la que los generales (llamados shogunes) alcanzaron una gran relevancia. Finalmente, el año 1183 el general Minamoto Yorimoto tomó Kioto por la fuerza y amenazó al Mikado, por lo que éste le nombró shogún y le confirió plenos poderes. En la práctica, aunque el Mikado seguía en funciones, éste quedó reducido a un papel meramente decorativo, mientras que serían los shogunes quienes tomarían a su cargo el gobierno hasta el año 1867. A la muerte de Yorimoto, el Shogunato pasó a manos de su familia política, los Hojo, razón por la que a este período se le conoce más o menos indistintamente como Shogunato Minamoto o Shogunato Hojo. Después de una gran revuelta de tres años (entre 1333 y 1336), los Hojo fueron derrumbados, y el poder recayó en la familia Ashikaga. Los shogunes Ashikaga garantizaron cierta paz contemporizando con los daimyos, la turbulenta nobleza feudal japonesa que había conseguido semiindependizarse del poder central, aprovechando el caos, y habían tomado a su cargo diversos ejércitos compuestos por tropas cada vez más disciplinadas y militarizadas, los samurai. El verdadero poderío de los samurai había quedado en evidencia cuando Kublai Khan había intentado en 1292 una gran invasión contra Japón, siendo duramente derrotado por el eficiente arte militar de sus enemigos. Entre la clase militar japonesa prosperaría grandemente una nueva variante de la filosofía budista, alejada de los cánones mahayánicos tradicionales: el budismo zen.
La alianza entre los Ashikaga y los daimios trajo algo de paz a Japón, hasta que en 1470 este equilibrio político se rompió, y estalló una nueva seguidilla de guerras civiles. Los Ashikaga consiguieron mantenerse algo más de un siglo en el poder, pero finalmente el último miembro de la familia fue derrocado en 1588. A finales del siglo XVI, una serie de caudillos militares (Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu) emprendieron una salvaje oleada de guerras que en algo menos de un cuarto de siglo unificaron la totalidad del archipiélago japonés bajo la égida de la familia Tokugawa. El Shogunato Tokugawa gobernaría Japón en paz entre 1604 y 1867, gracias a la implacable opresión a la que Tokuwaga Ieyasu y sus sucesores sometieron a los rebeldes daimyos.


Edad Moderna
En la época final del período Ashikaga, los europeos llegaron por primera vez a Japón, tratando de introducir el cristianismo, y buscando fundar factorías comerciales. Tras una primera reacción más bien tibia, Ieyasu consideró que la nueva religión atentaba contra las prácticas ancestrales de los japoneses y desató una dura persecución, que tuvo como hito simbólico la crucifixión de trece mártires en Nagasaki, el año 1595. En años posteriores, los Tokugawa expulsaron a todos los comerciantes occidentales de Japón, salvo a los holandeses, a quienes permitieron permanecer en la isla de Deshima, cerca de Tokio, en condiciones de casi total aislamiento (Se debe esto a las palabras de un Capitán Español, que dijo a uno de los Daimyos que "los Españoles conseguían dominar el mundo mandando Monjes a las tierras para conquistar", y donde más tarde con la ayuda interna de los creyentes católicos, llegarían a dominar las tierras con pocos soldados españoles). En general, el período Tokugawa fue de gran tranquilidad. Sin embargo, la cultura japonesa se había esterilizado profundamente. Los japoneses experimentaron un proceso de "retorno a las raíces", expresado en el renacimiento de los cultos ancestrales, hasta conformar la confusa religión semiestatal que recibe el nombre de shintoísmo. Sin embargo, esta idílica paz se rompió el año 1853, cuando el capitán estadounidense Matthew Perry ingresó en la Bahía de Tokio con cuatro cañoneras, y amenazando con bombardear los puertos japoneses, forzó a los shogunes Tokugawa a ignominiosas concesiones comerciales. Ante la disyuntiva de occidentalizarse o perecer hubo intensas discusiones, pero finalmente el Mikado, sometido desde hacía siete siglos al poder de los shogunes, tomó las riendas del problema. En 1867 el Mikado Meiji Tenno tomó a su cargo el gobierno, deponiendo al último shogún Tokugawa, e impulsando las reformas de la era Meiji, en las que Japón se transformó en un estado occidentalizado en pocas décadas.


Edad Contemporánea
Imperio Japonés
La occidentalización de Japón aumentó la necesidad del país de obtener materias primas. Además, el nacionalismo japonés se había incrementado en torno a la figura del Mikado. Estas circunstancias enfrentaron a Japón contra China en la Guerra chino-japonesa y contra Rusia en la Guerra ruso-japonesa, a final de la cual consiguieron el control de la isla Sajalín. Durante la Primera guerra mundial Japón ingresó del lado de la Triple Entente, y ocupó militarmente las islas de Oceanía que pertenecían a Alemania, quedándoselas definitivamente después de los tratados de paz. Estas islas se convirtieron en la base de lo que los japoneses querían convertir en un gran imperio oceánico. Para esto invadieron Manchuria en 1933, creando el Manchukuo, para continuar después con su invasión sobre China en 1937. Esta expansión militarista chocaba frontalmente con los intereses de Estados Unidos, por lo que las relaciones entre ambos países se enfriaron. El año 1941 los japoneses atacaron el puerto estadounidense de Pearl Harbor, lo que los llevó a enfrentarse en el marco de la Segunda Guerra Mundial que terminaron por perder los japoneses, luego de que las ciudades de Hiroshima y Nagasaki fueran arrasadas por sendas bombas atómicas. Japón capituló, y el Mikado se vio obligado a renunciar a sus pretensiones de divinidad.
Japón después del Imperio
En 1947 se dio una constitución de corte más bien liberal, aunque conservando al Mikado como símbolo de la unidad nacional japonesa. La paz fue firmada oficialmente el año 1951, y ese año terminó la ocupación militar estadounidense en Japón. El país inició entonces un enorme esfuerzo modernizador en el área económica, que los llevó a transformarse en grandes productores de tecnología, y a convertirse en una de las mayores potencias económicas del planeta. Entre el 2005-2006 estaba tomando fuerza la candidatura de Japon para el Consejo de Seguridad de la ONU, pero China uno de sus miembros permanentes se niega a esta candidatura por cuestiones históricas, aparte de esto plantea que Japon tendra que cambiar su constitución de tipo no belicista que fue una consecuencua de la ocupación norteamericana que se produjo después de la Segunda Guerra Mundial para ser un miembro funcional de dicho Consejo.
Extraído de Wikipedia.

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